19 de diciembre de 2008
8 de diciembre de 2008
la vida a ti debida
"Sólo aquello que es capaz de autodestruirse está verdaderamente vivo"
C. G. Jung
Algunas sincronías plutonianas...
Los planetas exteriores (Neptuno, Urano y Plutón) fueron descubiertos recientemente y, para entender sus significados, los astrólogos tuvieron que observar las sincronías de los mismos.
Es interesante recordar la historia acerca del nombre que se le asignó a Plutón. Fue descubierto en 1930 por Clyde William Tombaugh quien preguntó a su hija cómo llamarlo. Ella eligió bautizarlo "Pluto" por el perro de Mickey. Aquí tuvimos el primer indicio de su posible significado astrológico ya que Pluto es, en inglés, el nombre del dios que rige el mundo de los muertos.
El descubrimiento de un planeta acontece cuando la mente humana es capaz de hacerlo consciente. Esta posibilidad se manifiesta en el mundo externo. Lamentablemente, muchas veces de manera desastrosa. Y de qué otra forma podría haberlo hecho Plutón, siendo dios del Inframundo, más que trayendo su reinado a nuesta vida diaria.
Alrededor de 1930 surgieron los grandes líderes despóticos que fundaron las peores dictaduras: Hitler (comenzó a gobernar su país en 1933) y Mussolini (sostuvo su dictadura desde 1922 hasta 1943 cuando fue encarcelado). La idea de un ser superpoderoso trayendo terror y miseria a la humanidad es parte de la imaginería plutoniana.
Dijimos antes que Plutón trae muerte y transformación, trae cambios de un nivel de intensidad altísimos. Es una época en la que surgen personajes de un poder extremo y capacez de movilizar masas: Stalin, Mao Tse...
Con Plutón todo es masivo, todo es intenso y nada resulta sutil. 1929 es el año en que Estados Unidos y el mundo sufren uno de los golpes económicos más importantes de la Historia: cae la Bolsa de Wall Street.
Plutón es lo oculto y lo desconocido. Ya en esta época, terminan de definirse claramente las ideas del psicoanalisis que tanto hincapié hace en el inconsciente y en las pulsiones ocultas, latentes y desconocidas.
Ahora bien, todos tenemos Plutón en alguna posición dentro de nuestras cartas natales (sin duda más de uno preferiría haber podido ahorrarse este planeta). Los tránsitos con Plutón parecen llegar súbitamente y cambiar por siempre el curso de nuestras vidas. En general, acontece una confusión ante semejante fuerza desestructurante y que derriba todo lo que parecía creer/entender/saber/SER. El sujeto no entiende cómo, súbitamente, todo se ha trastocado. Esta sensación nos disgusta tanto que al ser un planeta de pequeñas dimensiones, hemos optado por purgar el miedo rechazándolo y humillándolo en la categoría de "planeta enano".
Es importante comprender que este desconcierto absoluto que sobreviene con un tránsito de Plutón lo genera la consciencia y no Plutón mismo. El dios del Inframundo no busca generar miedo sino tomar aquello que es para él, y aquello que ahora pertenece a su reino. Somos nosotros, hombres, finitos, pequeños, inseguros y apegados que nos negamos a rendirle el merecido tributo.
Con toda nuestra modestia, demos las gracias al dios por recordárnoslo...
23 de noviembre de 2008
Entrando a Capricornio...
"...pues por ser implacable e inexorable es Hades el dios más aborrecido por los mortales..."
Homero, la Ilíada, Cap. 9 verso 158
Iremos tratando de ver y reconocer distintos aspectos del mismo para poder vincularnos con él ya no desde la súplica o el miedo sino con un sentido valiente que se atreva a mirar de frente aquello que hay ver.
En la mitología greco-latina, Plutón o Hades es el rey del mundo de los muertos. Es interesante ver que astronómicamente el planeta también pertenece a un sistema dual que incluye una luna “Caronte” quien era nada menos que aquel que transportaba las almas de los muertos. Es posible atravesar el río que nos separa de Plutón. Pero el precio es alto. ¿Qué cobraba el barquero?: una moneda de plata. Astrológicamente, la plata se corresponde con
Otro mito conocido de Plutón es la historia que lo vincula con Perséfone. Cuando ella iba a tomar un narciso, se abrió la tierra y fue tomada por el dios. Una vez en el inframundo, probó una granada cayendo presa de la ley que imponía que todo aquel que comiera en el mundo de los muertos nunca se iría de él. Al ser regente del inframundo, de aquello que está más allá del mundo, se nos aparece como emperador en el reino del oscuro y desconocido inconsciente. Perséfone al probar el sabor de este lugar desconocido para la consciencia, ya no puede volver al mundo de luz. Pierde toda inocencia como así nosotros al atrevernos a intentar mirar cara a cara los lazos con que nos ata nuestra propia mente. Sin embargo, por amor a su madre y a
En general, aquel que descendía al Reino de Hades, ya no podía volver al nuestro. Salvo contadas excepciones. En este momento se me ocurren cuatro (además de Perséfone misma): Orfeo, el poeta; Heracles (o Hércules), el héroe; Odiseo, el astuto y Psyche, la amada de Eros. Si además tenemos en cuenta los mitos romanos, también deberíamos contarlo a Eneas, el piadoso. Quiere decir que la presencia de Hades no necesariamente mata y que, en efecto, se puede sobrevivir a ella, retornando fuertes, vigorosos y aún vivos.
Así comencemos por no temer la entrada del dios a este nuevo signo, sino por festejar, la vitalidad que nos trae.
a.l.e.j.o. l.ó.p.e.z.
18 de octubre de 2008
L i c. Me l i n a E n r i c o
14 de septiembre de 2008
Saturno vs. Urano, el Hijo contra el Padre
Urano es en la mitología griega, el dios del Cielo. Y su mujer es Gaia, la Tierra. Agotada de los frenéticos arrebatos sexuales de su esposo (y de sus monstruosas consecuencias ya que todos sus hijos eran Titanes o Cíclopes), Gaia decide rebelarse contra él. Pide entonces ayuda a sus engendrados pero ninguno se atreve a enfrentarse al padre. Dudan y temen todos ellos hasta que Saturno, Chronos, el Señor del Tiempo, decide oponerse a su progenitor y cortarle los testículos. Así no lo matará pero le agotará sus impulsos sexuales. De la sangre nacen las Erinias (monstruos encargadas de la venganza familiar, y representantes de la culpa saturnina) y del contacto de sus testículos con el mar, nace Afrodita, diosa del amor y todo lo bello.
La lucha entre Saturno y Urano es la lucha entre orden y caos, entre estabilidad/seguridad/tradición y libertad/creatividad. Vivmos entonces estos polos: el reino de Urano y el caos o el reino de Chronos y el tiempo. Nos cuesta pensar ambas cosas a la vez.
Llama la atención que sea el planeta Urano de tan particulares características con respecto a sus hermanos del Sistem Solar ya que su forma de rotación hace que los polos encaren al Sol de forma que toda una mitad del planeta queda siempre a oscuras.
Normalmente, entendemos a Urano como un planeta transpersonal, es decir que busca vincular a todas las personas como una unidad en la red humana. Los planetas transpersonasles (Plutón, Neptuno y Urano) nos piden romper la consciencia del ego y hacer eje en nuestro centro pero en relación a toda la Humanidad. En este sentido, Urano se asemeja a Prometeo, aquel que prefirió sacrificarse a si mismo en beneficio del resto exponiéndose a robar el fuego divino para dárnoslo a los hombres. El fuego de Prometeo suele tener un precio muy caro: realiza una tarea por la Humanidad pero la Humanidad luego lo rechaza. He aquí el vanguardista, el líder político que busca un mundo mejor, el artista callejero que prefiere vivir de un modo distinto pero en contacto al origen. Personalmente, cuando me encuentro frente a semejantes manifestaciones del dios de la creatividad y la libertad, no puedo más que hacer una reverencia de respeto ante aquellos que prefieren exponerse a vivir fuera de nuestros sistemas en pos de otorgarnos libertad y creatividad. Son éstos hombres que están en pleno contacto con Urano (y en pleno rechazo de Saturno). Pero no es necesario ser "grande" para vivir esta tensión. Los planetas vibran en todos y el mismo riesgo lo siente aquella ama de casa que prefirió esta vez agregar un poco más de pimienta en la receta tradicional que le ha enseñado su abuela y, por qué no, también un poco de estragón, dandole así un sabor nuevo, único y por completo diferente. La creatividad se manifiesta en todos los órdenes y niveles.
Por otra parte, tenemos la burocracia que intenta impedir que el revolucionario haga nuevas propuestas, el sistema de museos que decide qué arte es bueno y cuál no lo es dejando de lado al vanguardista loco y desquicidado, y la policía que busca apresar a estos hombres que lo único que quieren es otra forma de vida. Por supuesto, también está la abuela de aquella señora que al probar la cena le criticará su capacidad para la cocina pero nuestra ama de casa reirá en silencio. Ésta es la manifestación de Saturno y el rechazo completo de Urano.
Ambos casos están polarizados y ninguno ha conseguido unificar en una acción clara y direccionado el poder de la creatividad en el sostén de la estructura y la forma. Los griegos nos enseñan que Prometeo se vio luego encerrado en un ciclo que se repetía siempre: estaba atado a una roca y un águila le comía el hígado durante el día mientras que el órgano volvía a crecer de noche; así hasta el infinito. No existe creatividad sin orden. Siempre que nos apoyemos de un lado, se manifestará y el otro y viviremos dicha manifestación como opuesta a nosotros mismos.
Pero si en el Cielo están ambos planetas es porque también nosotros podemos cumplir ambas funciones.
Todos en nuestras vidas sentimos la oposición planetaria de Urano y Saturno en el momento en que debemos enfrentar a nuestros padres. En efecto, el Hijo debe convertirse en el Padre pero para hacerlo debe oponerse a él, reinterpretar su origen y encontrar su propia forma de ser. Este es un momento de suma tensión psicológica y los griegos lo interpretaron con Saturno, Chronos, que solía devorar a sus propios hijos por miedo a ser derrocado.
Urano fue primero y luego Saturno. Urano es origen y origen es creatividad. Ser "original" no es oponerse al orden, sino volver a Urano, volver al principio. Para hacerlo no hay que negar a Saturno (la realidad, el orden establecido, el propio límite) sino reconocerlo. Chronos corta los genitales de su padre con una guadaña, símbolo de la muerte. El orden en exceso mata a la creatividad. Pero el orden en la medida justa aporta libertad. Sólo al conocer nuestros límites somos verdaderamente libres.
Saturno en oposición a Urano nos pide buscar formas, estructuras novedosas, creativas y en pos de beneficiar a toda la humanidad. Nos pide ser Prometeos sin renunciar a nuestra vida en la cotidianeidad.
30 de agosto de 2008
El Cielo de Hoy
SATURNO EN OPOSISIÓN A URANO
Para relatar de qué se trata este importante fenómeno, emplearé un lenguaje claro y simple para una mejor comprensión y para que la información llegue a todos sin mayor dificultad.
Como bien sabemos Urano y Saturno son dos de los planetas que pasean por nuestro Sistema Solar. Saturno forma parte de los que se llaman "planetas personales", y es el último de ellos. Es denominado así porque su vibración energética opera sobre aspectos más claros, consientes o visibles de nuestra identidad. Urano, en cambio, se agrupa junto a Neptuno y Plutón, en los llamados "planetas transpersonales". La vibración energética de los transpersonales se evidencia en la polarización de la psiquis humana. Es decir, estos últimos crean una distancia entre aspectos opuestos complementarios que para el yo es vivida como una separación (o soy controlador y dominante o me someto y soy impotente es un ejemplo de polaridad plutoniana; o soy demasiado sensible y permeable a todo o me pongo rígido y reactivo por la falta de bordes)
Ahora bien, antes de contarles que provoca que Saturno y Urano estén opuestos en el Cielo, es decir en frente uno del otro, voy a explicarles la función, cualidad y correspondencia de cada uno. También seré simple.
Saturno es el gran regulador del sistema. Límite, orden, estructura, trabajo, seriedad, ley, esencia son palabras que muy bien lo definen. Es el regente de Capricornio, el tercer signo de Tierra. En el cuerpo rige los huesos y la columna vertebral, los dientes, cabellos y uñas. Qué sería de nosotros sin columna y huesos? Como verán, es el gran sostenedor, su pulso es fundamental para la existencia. Saturno delimita, acota hacia lo necesario, es frío, austero y gris. También solitario y perseverante. Conoce muy bien de tiempos, del tiempo de cada cosa. Es por esto último, una energía que lleva años asimilar, y que por lo tanto, los primeros períodos de vida no se es muy consiente de ella y se proyecta en otras figuras (padres, autoridad) necesariamente. Luego es vital, como nuestra columna.
Urano, es el rayo del cielo. Emite solo el pulso presente, lo que es aquí y ahora. Es la potencia creativa por excelencia, lo que es ya nunca será, por lo tanto no hay molde y estructura que lo avalen. Urano es vacío por ausencia de pertenencia y estructura. Es liviano como el Aire que es su elemento. Su regente es Acuario, tercer aéreo, el gran creativo, que encarna mejor que nadie la libertad. Urano nos trae el concepto de diferencia, de sintonizar con lo diferente. La chispa divina, el instante único y liviano porque no tiene historia, más bien es futurista.
Que puede pasar con estas dos potencias cara a cara en el espacio?
Muchas cosas, y reitero nuevamente, seré clara.
Como somos empíricos, acontecimientos en nuestro planeta que responden a esta vibración son por ejemplo, accidentes aéreos, demoras o desorganizaciones en vuelos o aeropuertos, que de hecho ya están sucediendo. También lo es que los candidatos para la presidencia de EEUU sean Barack Obama joven, demócrata, nuevo y John Mc Cain con más experiencia, años y conservador en su ideología. Además de esto, para quienes son más perceptivos, se siente un clima de extrañeza en el aire, como si algo nuevo y sorprendente estuviera por suceder y algo persistente lo frenara, lo haría esperar.
Para quienes conocen acerca de su carta astral, es útil observar por que casas están transitando Saturno y Urano. En ese eje de casas se percibirá la vibración del tránsito que durará alrededor de un año y medio.
Justamente esa es la información. Urano y Saturno en el cielo nos hablan de algo que necesita salir, expresarse con libertad y creatividad, pero que es detenido, que aún no tiene la suficiente madurez, fuerza y seguridad para emerger. Este tránsito planetario nos habla de una tensión entre lo viejo, estructurado y cristalizado y lo nuevo, libre y jugado por decirlo de algún modo. Expresa también una tensión entre el pasado y el futuro. No es coherente interpretar esta posición como una libertad encarcelada o un querer volar con pesas en los pies. Sino la idea es que, algo nuevo y diferente sucederá, un cambio abrupto seguramente, para el cual aún debemos prepararnos más, comprender y consumar las resistencias, las rigideces del pasado. El salto vendrá pero será luego de asentar completamente los pies en la tierra.
Es por eso que mi intención es nuevamente conectarlos con el pulso de los astros. El Cielo en la Tierra y la Tierra en el Cielo, eso es sincronicidad. Por eso, seamos armónicos en nuestro presente con esta vibración. Revisemos individualmente nuestras resistencias, apegos, lugares duros y rígidos, nuestro costado estructurado no para desarmar o eliminar la estructura, sino para actualizarla, darle un aire, una nueva organización.
Son tiempos de desarticular lo que nos sostiene porque ya es viejo y eso se va a sentir... es tiempo de darle un nuevo ajuste a nuestros pilares, a nuestra ley, porque el cambio vendrá y a todos nos gusta volar alto y liviano. Para sentir la libertad en nuestros rostros y la entrega en nuestros corazones seamos suelo preciso para nuestros pies y jueces asertivos de nuestras leyes.
Es claro... siempre con AMOR
L i c. M e l i n a E n r i c o
22 de agosto de 2008
El Sol
Para despedir al Sol en Leo que ya está entrando en Virgo, algunas fotos del Rey de nuestro Sistema. Sepan disfrutarlas.
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Los autores de las imágenes son Gusev Crater y Larry Alvarez. Pueden ver más fotos de Larry Alvarez en http://www.space.com/amazingimages/?page=homepagex&member_id=00829856&cat=s&m=0&p=
12 de agosto de 2008
La zona oscura de la luz solar
29 de julio de 2008
Amaterasu y la luz del Sol
25 de julio de 2008
HOY... el Tiempo es Arte...
23 de julio de 2008
25 de Julio: día fuera del tiempo
Los mayas llamados por algunos los maestros del tiempo, dejaron sus inscripciones en piedras. Una cuenta natural del tiempo de 13 Lunas (meses) y una cuenta Sincrónica galáctica de 20 Sellos. En estas 13 lunas de 28 días cada una, haciendo un total de 364 días, queda un día “fuera del tiempo”. Un día que ellos utilizaban, para la Purificación del año, donde entregaban todo lo que habían vivido, y de esta forma se preparaban para iniciar el nuevo anillo (año).
Hoy en día, a esta fecha, el Movimiento Mundial por la Paz se comprometió con dedicar este día en memoria del Pacto de Paz de Roerich, firmado el 15 de abril de 1935 en Washington, adoptando a la Bandera de la Paz como símbolo.
Dediquemos este día al Arte, a la Cultura, a la Paz. Haciendo arte, transformamos, reciclamos, nos disponemos a comenzar, produciendo vacío, podremos construir, un arte que nos lleve a conectarnos, hacer que nos volvamos a ver como humanos generando una cultura de paz, de confianza, y reciprocidad en los lazos afectivos. Tomémonos de las manos, formando un círculo, respirando profundamente…soltando la respiración fuerte, tres veces para descargarnos, luego con los ojos cerrados volvemos a respirar sintiendo el aire recorrer nuestro cuerpo…la exhalación se dirige al centro, y se une con la de todos, al volver a inhalar lo hacemos desde el centro del círculo, dejemos que todo se funda, que todo sea vacío, y ahí, cantemos, bailemos, hagamos música, pintemos, y meditemos en la paz. Impregnando PAZ.
“Donde hay paz, hay cultura; donde hay cultura, hay paz” Nicolas Roerich (1874 – 1647)
Imagen: bandera de la paz
15 de julio de 2008
El Ser Humano y el Zodíaco
Oscar Adler
30 de mayo de 2008
La Gran Invocación
Ensueño Dirigido
Desde una experiencia vivencial, se abordan conflictos, angustias y manifestación de síntomas. El consultante accede al mundo imaginario donde reconoce y despliega patrones energéticos de circulación arquetípica (generacionales, culturales, universales). Las imágenes de nuestro psiquismo son potentes manifestaciones de sentidos que organizan nuestra representación del mundo y la manera de establecer vínculos. Las imágenes no son estáticas, tienen carga, portan tensión que manifiestan nuestro plano emocional. El proceso terapéutico viene a través de asociaciones, amplificaciones e interpretaciones del vasto mundo imaginal del consultante, a la vez que se estimula su autoconocimiento y el desarrollo de la creatividad personal. (Robert Desoille – Europa 1890.1966 - fue el precursor de esta técnica)
Información y contacto:
LIC. MELINA ENRICO
M.Nº 42551
15.5120.2001 (Argentina)
melinaenrico@yahoo.com.ar
28 de mayo de 2008
Mandalas
Mandala es una palabra de origen sánscrito que significa ‘círculo’. En realidad, son representaciones simbólicas (muchas veces geométricas) del macro y microcosmos. Astrológicamente, diríamos que son una expresión de la polaridad Virgo-Piscis.
Básicamente, la función del mandala es la de atraer la energía hacia el centro. Así, las personas con un fuerte nivel de Neptuno pueden verse favorecidas al encarar este tipo de terapia.
Hemos agregado a la columna izquierda del blog una proyección de diapositivas de mandalas que obtuvimos navegando en la web.
22 de mayo de 2008
Así como en la dimensión física entramos a la existencia a través de nuestra madre, en el plano simbólico-energético lo hacemos a través de nuestra Luna. Ella nos envuelve en un capullo o nido energético que nos ofrece nuestra primera forma e identidad, además de nutrirnos y protegernos. Por eso decimos que la luna de nacimiento es nuestra energía madre, la energía más familiar para cada uno de nosotros.
Este primer hábitat emocional, tomará una peculiar cualidad –ariana, escorpiana, libriana, etc- según la Luna del niño, es decir según por que signo transitaba la Luna al momento de su nacimiento. Esta energía brinda al bebé una gran sensación de completud y seguridad, que excluye provisoriamente el registro de los otros componentes de su carta natal. Más tarde, a lo largo de su vida, este patrón protectivo volverá a parecer a través de distintos contextos, desde la maestra de jardín de infantes hasta los múltiples ámbitos de pertenencia donde se mueva. Allí, donde se sienta contenido, seguro y querido aparecerá su matriz lunar. Aquí es cuando decimos que el patrón energético lunar se va manifestando y desplegando en el interior y exterior de su ser marcando una particular historia afectiva que quedará grabada en su memoria. Así se produce una indentificación inconsciente con ciertas formas, imágenes y contextos que quedarán fuertemente ligados a la sensación de seguridad y afecto.
El mecanismo lunar sería justamente esta identificación. Si se refuerza la permanencia en el nido energético materno, creo un hábito lunar que me lleva siempre a la misma posición de origen. Esta fijación va quedando adherida a la conciencia y luego me dificultará la integración e identificación de otras energías, como la del Sol, Marte o Saturno que serán las encargadas de ampliar mi identidad y otorgar la sensación de yo separado o autoconciencia.
Por eso es necesario que esta primera función vital lunar comience a ceder para dar expresión al resto del campo energético del cual somos parte. Cómo podemos ayudar este proceso? Justamente la Astrología ofrece la posibilidad de observar como actúa la energía lunar en nosotros, como se activa en momentos de miedo, duda e inseguridad donde lo que se anhela inconscientemente es “estar con mamá” y lo que se actúa como hábito y de manera automática me cierra las posibilidades de resolver creativamente, ya que acciono desde un patrón recurrente cómodo y fijo. Si es en Géminis por ejemplo frente al miedo, me lleno de información y diversas explicaciones de lo que sucede, la Luna en Sagitario, minimiza la importancia del conflicto o simplemente lo niega, en Piscis se refugia en mundos imaginarios y fantasías muy alejadas de la realidad, y asi con cada luna en particular.
L i c. M e l i n a E n r i c o
21 de mayo de 2008
El amor a la oscuridad o por qué Perséfone probó la granada 2/2
¿Por qué Perséfone prueba la granada? O mejor aún, ¿qué esconde el brillo inocente en la mirada de la hija de Démeter? Lo cierto es que a Perséfone le atrae el misterio. La idea de descender al mundo de los muertos es análoga a la idea de escapar de la superficialidad de la Realidad y acercarse a las profundidades de la misma. En vez de quedarse recolectando flores en el mundo donde todo es visible y claro en tanto esté en contacto con los rayos del Sol, prefiere adentrarse en la profundidad del misterio, y en la persecución de lo incógnito. Le desagrada lo fácil, lo claro, lo elemental y prefiere aquello que es complejo y de difícil alcance y percepción. Más aún, una vez en el Inframundo, Perséfone es erigida reina y ejerce un gobierno despótico sobre los muertos. A Perséfone le gusta ser poderosa y la súbita trasmutación de “hija de Démeter” a “esposa de Hades y reina del Inframundo” suena agradable a sus oídos. Es ella quien intercede más tarde en defensa de Orfeo y con una sonrisa, una mirada y un suspiro en el oído de Hades lo convenció de que resucite a su amada. Por otra parte, es también claro el simbolismo de la muerte. Perséfone debe morir para estar con Hades. Este tipo de amor es un amor que requiere una total entrega porque también está dispuesto a reclamarlo todo.
Sin embargo, el poder, el conocimiento de lo oculto y la intensidad de un amor que requiere morir para poder realizarse tiene a veces un alto precio. Perséfone siempre cargará con la culpa de la pena de su madre y tratará de pagarla durante sus seis meses en la superficie intentando aliviar una falla de la que no es responsable y con el verdadero deseo interno de volver debajo a reinar, mandar y amar de esa forma tan especial que sólo ella sabe.
De por sí, ningún amor es monstruoso y ninguna forma de amor es oscura. Allí donde haya tinieblas, el amor es luz y aún si el amor fuera la noche, entonces la noche sería el día. Ninguna forma de amor es impura sino siempre pura, legítima y válida. Es cuestión de aceptar nuestro propio modo de amar, para poder ejecutarlo de forma creativa y sana.
"Amad el mal, y será redimido..." Thorwald Ethlefsen y Rüdiger Dahlke20 de mayo de 2008
El amor a la oscuridad o por qué Perséfone probó la granada 1/2
“Como no podemos dejar de usar el poder... amemos poderosamente.”
Martin Buber
Algunas posiciones de Venus en nuestra carta natal pueden conducir a una atracción hacia aquello que la sociedad considera feo, oscuro, malo o peligroso. Aquí nos encontramos con la sensación de complementarnos en el horror de lo repugnante. Pero nos han enseñado a amar lo bello, lo estético, lo claro y lo definido. Así, las personas con posiciones venusinas “oscuras” sienten una pesadez, una culpa y cierto rechazo hacia sí mismos y su sujeto de deseo. ¿Cómo puede ser que se sientan atraídos hacia lo monstruoso? Por otra parte, la pasión en esta forma de amar suele ser mucho más intensa que en cualquier otra y se oculta de fondo un deseo fusión real y total en y con el otro, rompiendo las barreras de la piel, la psiquis y de todo tipo para llegar a ser uno solo. En esta fusión de una vibración extrema, el deseo propio es del otro y del otro es el propio. Pero semejante intensidad acarrea una culpa, un pesado pensamiento y un temor a enfrentarse a esta monstruosidad morbosa que existe dentro.
Nuestros amigos, los antiguos constructores de leyendas, contaban en Grecia la historia de Perséfone, hija de Démeter, diosa de la Tierra. Perséfone estaba recolectando flores en el campo cuando se presentó ante ella Hades, el Rey y Dios del Inframundo. Seducción y oscuridad ante los ojos de Perséfono y, sobre todo, su deseo proyectado de ser poseída por otro. Hades la rapta y ella pone poca o nula resistencia. Una vez en el Mundo de los Infiernos, él le ofrece un banquete. Ella tiene hambre, muerde una granada y cae perdida en la maldición: quien coma alimento del mundo de los muertos ya no saldrá más de allí. Llora Démeter por no encontrar a su hija quien hacía un instante estaba ahí mismo recolectando flores. Y junto con Démeter llora la Tierra: se secan los árboles, caen las hojas amarillas al suelo, mueren las flores, bajan las temperaturas, nieva. Zeus Crónica, preocupado por el bienestar general, acude a Démeter y le ruega que vuelvan las lluvias, y que ordene a los árboles florecer, a los cultivos madurar y a los pastos seguir creciendo verdes y preciosos. Pero Démeter está triste y no puede hacerlo. El Dios de los Cielos entonces desciende al Inframundo para hablar con su hermano Hades y comunicarle que es imperioso que Perséfone salga a la superficie para alegría de su madre y florecimiento de la Tierra. Pero probada la fruta ya es tarde para volver y tampoco es justo romper las reglas de los muertos. Se decreta entonces lo siguiente: que Perséfone pasará seis meses bajo tierra con su amante y esposo Hades y seis meses en la superficie con su madre Démeter. El primer semestre se corresponde a nuestros otoño e inviernos ya que Démeter está triste, el segundo a nuestras primavera y verano, ya que está contenta.
16 de mayo de 2008
De Escorpio a Sagitario, un salto a la vida (parte 3/3)
Escorpio es profundidad y transformación. Si Escorpio es muerte, Sagitario es resurrección. Debemos recordar siempre que Escorpio es el octavo signo en la rueda zodiacal. Es decir que la muerte no es el final, sino apenas un paso más en el camino de la conciencia, un paso que se haya algo más allá de la mitad del camino. Escorpio muere para habilitar la resurrección Sagitariana.
Los signos zodiacales están en nuestra vida pulsando constantemente. El pulso astral los conduce y flexiona a cada momento y en cada lugar. Escorpio y Sagitario ocurren a la vez constantemente. Escorpio mira el cuerpo y ve los jugos gástricos del estómago, los intestinos absorbiendo o desechando alimento y también los genitales en esa búsqueda de morir en el otro. Sagitario ve en el cuerpo el crecimiento que produce la alimentación, y al mirar al sexo sonríe pensando en la próxima vida y en ese deseo de entrar en el otro y ser en el otro. Escorpio es muerte y transformación para habilitar a Sagitario que es pura expansión. El Centauro es expansión en todo nivel: comprende la superposición de dimensiones y que allí donde hay muerte también hay vida. El mismo proceso acontece por ejemplo, en el paso de la niñez a la adolescencia o de la adolescencia a la adultez. La identidad debe morir para dar lugar a otra forma de ser más sabia, abarcativa y expresiva.
No hay muerte sin resurrección porque no hay Escorpio sin Sagitario.
Este es el pulso vital del Universo.
15 de mayo de 2008
De Escorpio a Sagitario, un salto a la vida (parte 2/3)
“Vamos sumando. Morir llena, no vacía”
(Julio Medem de labios de Ana en Caótica Ana)
Desde dentro del dragón, un corazón humano late fuerte y se niega a morir. Cuando ya nos hemos entregado a la perdición y la oscuridad lo abarca todo, una chispa de supervivencia se prende desde la profundidad de las tinieblas. Y allí, con un fino suspiro de vida, el hombre con garras, uñas y dientes, corta las membranas musculosas que lo rodean y se abre paso hacia la vida.
A través de filamentos y venas de oscuridad, el hombre avanza. Gime al fin el dragón y emerge de su vientre el guerrero. A los monstruos, se los vence desde dentro. Pero el hombre ya no es hombre, sino centauro. Con sus cascos equinos galopa ahora sobra la pradera sintiendo la luz solar que lo baña. El calor, la luz, el aire limpio. Más allá, en la línea del horizonte un punto brillante mengua: Júpiter.
El guerrero ha resucitado y ahora corre sobre la pradera una trotada de libertad y expansión. Todo él sonríe, todo él brilla. Lejos queda el cadáver del monstruo vencido. Ya no es más la muerte, ahora es la vida.
Una luz sobre el pasto frondoso se desplaza a toda velocidad siguiendo un punto que mengua en el cielo justo sobre la línea del horizonte. Como siguiendo una flecha que ha sido lanzada hacia las estrellas, nuestro centauro ya no es más cuerpo sino puro dinamismo en movimiento hacia ese punto. Nada lo detiene, nada le hace dudar. Ríe, corre y canta. Es la vida. Es la vida más allá de la muerte. Es la resurrección. Ya nada hay que temer, ya nada hay que dudar. Sólo fluir en este galope que no cesa y que a cada metro se acelera. Se elevan entonces los cascos del suelo y se deshace en el firmamento.
Todavía se puede oír su risa.
14 de mayo de 2008
De Escorpio a Sagitario, un salto por la vida (parte 1/3)
“Vamos sumando. Morir llena, no vacía”
(Julio Medem de labios de Ana en Caótica Ana)
El hombre cree que va a vencer. Lleva armas, una espada plateada, hecha de hebras de estrella, un casco reluciente construído con rayos de sol. Es puro armamento frente a la astuta mirada de la draconiana bestialidad a la que se enfrenta. Los ojos del humano son claros y relucientes; los del monstruo, atragantes, embaucadores y engañosos.
Comienza por fin el combate. Un golpe aquí, una asestada allá y un movimiento filoso que intenta cortar escamas. Las mandíbulas de la bestias se abren, se estira su cuello, dientes y colmillos avanzan para morder pero no. El dragón es rápido, sí, pero el hombre valiente, valeroso y fuerte.
Sin embargo, el combate durará más de lo que aquel ser humano podrá soportar. Y al defenderse, en realidad, está intentando redimir a toda la Humanidad de esta. ¿Cómo vencer a la oscuridad plena? Comienza a cansarse. Duda. Tiemblan sus piernas. Se cansan sus músculos. Teme perder. Pero no. Vibran sus rodillas y en un último esfuerzo, cuando ya creía todo perdido, de súbito, un salto, una maniobra increíble, un golpe, un corte en el aire, una luz en plena oscuridad, la sangre negra que brota de la garganta de la bestia, su cuello que se corta, la cabeza del dragón que cae al suelo vencido.
El hombre sonríe, ha ganado. Ha derrotado a la muerte.
No todavía. ¿Cómo podría vencer ese final en la hora suprema? Surge del cuello herido, un gemido de dolor y del centro nueva piel, otra membrana, se regenera la carne, aparecen escamas y el dragón tiene ahora dos cabezas.
El hombre no desespera. Toma fuerte su espada y se prepara para el nuevo enfrentamiento. Una y otra vez, el guerrero corta el cuello de la bestia. Caen y caen más cabezas muertas y siempre se regeneran. Allí donde había una, ahora hay dos, cuatro, seis, doce, y más y más…
Al fin el hombre sucumbe, agotado en una desesperación frenética que no tiene fin. Sus músculos ya no pueden sostenerlo erguido, se quiebran las articulaciones de la rodilla. Cae al suelo. Los músculos ya no sostienen su espalda erguida. Teme, tiembla, llora. Apenas puede abrir los ojos para mirar a la bestia de frente. Un dragón de más de mil cabezas se yergue triunfante. La oscuridad lo devora.
Las tinieblas lo cubren todo. Ya no quedan vestigios de luz. No hay más que oscuridad. Aquí, la muerte, el final último.
* a.l.e.j.o. l.o.p.e.z +
Fuente de imagen: Tristán por Ciruelo
6 de mayo de 2008
Qué es esa cosa que llamamos Destino...?
A mí me gusta la palabra Destino. Y el sentido que Herman Hesse le da en Demián: "el destino de cada hombre es conocerse a sí mismo". Cada acontecimiento, cada situación, cada persona con la nos cruzamos nos habla de nosotros mismos. Ya estamos en un momento en que sería sano reconocer este intenso hábito que tenemos llamado proyección.
Según la Astrología, el mundo interno y el mundo externo no están tan divididos como nuestra conciencia lo quisiera. La idea de que los sucesos y las personas están en nuestra contra o a nuestro favor es algo inocente, ingenua e inmadura. Todo cuanto nos acontece es la manifestación de aspectos propios de los que nos cuesta hacernos cargo. No hay adentro y afuera. "Adentro" y "afuera" son conceptos que aparecen a partir de la fragmentación de la conciencia en polaridad.
Así, cuando algo no ocurre como esperábamos, es bueno comprender que en realidad, hay una fuerza que emergió de nosotros mismos para advertirnos que estábamos disociándonos de quién realmente somos. Los altercados y contratiempos no son más que un intento de volver a nosotros mismos, de mirarnos, reconocernos y aceptarnos por quiénes somos. A mí, particularmente me sorprende la capacidad de disociación que tenemos entre quienes creemos ser, quienes queremos ser y quienes realmente somos. No hace falta más que mirar, callar, observar y aceptar. No deberíamos salir de ninguna situación sin saber antes por qué entramos en ella. Sólo cuando tengamos absolutos conocimiento y aceptación de nosotros mismos, alcanzaremos también completa libertad y creatividad.
“Busqué, busqué y esto fue lo que encontré: que lo que pensaba que eras tú, en realidad era yo”
* a.l.e.j.o. l.ó.p.e.z +
El Origen del amor
Pero los Dioses temieron. La humanidad era entonces poderosa y osó amenazarlos. El conflicto era de difícil resolución. ¿Qué hacer? Eliminar a los hombres no era posible, ya que los dioses necesitan a sus fieles. Pero, por otra parte, no podía permitírseles el soberbio atropello del desafío a lo divino.
La solución fue efectiva y de doble resultado. Cada uno de estos seres cuadrúpedos sería cortado al medio, de forma tal que ya sólo se sostuvieran en dos piernas haciéndolos a la vez débiles para el rebeldía y numerosos para la adoración.
Uno a uno, lágrima a lágrima, fueron divididos y separados con dolor. Apolo curó las heridas y giró sus rostros hacia el lado donde había acontecido la separación así no olvidarían el castigo. Reunió los cortes de la piel y los cosió en el punto que nosotros hoy llamamos “ombligo”. Pero cada mitad hacía esfuerzos inútiles por volver a juntarse con su otra parte. Se abrazaban y permanecían así, uno en el otro hasta morir. Aquello que antes era unidad, ahora se encontraba fragmentado en la dualidad. Zeus tuvo al fin compasión y les puso sus órganos genitales donde los tienen ahora para que pudieran amarse a través del sexo.
Nunca ya se borraría de nosotros el recuerdo de ese lejana y última mañana en que amanecimos todavía sin haber sido separados, cuando lo doble era aún uno. Y en efecto, al amar a otro, nos amamos a nosotros mismos o, dicho de otra forma, amamos a esa parte nuestra que nos ha sido arrancada y que sostiene este anhelo de volver a ser completos.
El acto de hacer el amor es la manifestación en el mundo material de ese deseo de volver a ser uno. Lo que llamamos amor no es más que el recuerdo y el canal por el cual volvemos a sentirnos completos.
29 de abril de 2008
Caminar sin muletas
Una vez un hombre se lastimó una pierna. Tuvo que caminar con una muleta. Esta muleta le resultaba muy útil, tanto para caminar como para muchas otras cosas. Enseñó a toda su familia a usar muletas, transformándose pronto en un objeto utilizado en la vida diaria. Era parte de la ambición de todos el llegar a poseer una muleta. Algunas estaban hechas de marfil, otras adornadas con oro. Se abrieron escuelas para enseñar su uso; fueron creadas cátedras para ocuparse de los aspectos superiores de esta ciencia.
Unas pocas, muy pocas, personas empezaron a caminar sin muletas, Esto era considerado escandaloso, absurdo. Además existían tantos usos para las muletas. Algunos protestaron y fueron castigados. Trataron de demostrar que una muleta podía ser usada a veces, cuando fuese necesario, o que muchos de los usos que se le daban a las muletas podrían ser suministrados de otras formas. Pocos escucharon. Para vencer los prejuicios, algunas personas que podían caminar sin ellas comenzaron a actuar de una manera totalmente diferente a la establecida por la sociedad. No obstante, seguían siendo pocos.
Cuando se descubrió que, habiendo usado muletas durante tantas generaciones, pocas personas podían, de hecho, caminar sin ellas, la mayoría «demostró» que eran necesarias.
«Aquí - dijeron - tenemos un hombre. Traten de hacerlo caminar sin muletas. ¿Ven? No puede.»
«Pero nosotros estamos caminando sin muletas», les recordaron los que caminaban normalmente.
«Eso no es cierto, es una mera fantasía de ustedes», dijeron los tullidos, que para entonces también estaban volviéndose ciegos; ciegos porque se rehusaban a ver.
Fuente: Idries Shah, Los Sufis
23 de abril de 2008
El amor como forma de conocer
“Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo” (Génesis 3, 10)
Color, frutos, abundancia, unidad. Eso era el Paraíso. Pero Eva y Adán decidieron comer del “Árbol del Bien y del Mal” (el árbol de la dualidad), portal a nuestro mundo psicológico tal como lo vivimos hoy.
El Bien y el Mal son polos opuestos cuyo centro no es ni bien ni mal. En realidad, dichos extremos sólo existen en la dualidad. Y la dualidad (y su consecuente polaridad) sólo existe en el mundo material. La Unidad se expresa en diversidad. La polaridad es la herramienta de expresión de la Unidad o Totalidad.
Si el Paraíso es Unidad, el ser humano debe ser echado del mismo al haber probado la Dualidad. Este pulposo fruto de tan rico sabor (y que nos trajo tantos conflictos posteriores) le dio al hombre una herramienta que antes no tenía: el discernimiento (“…la mujer vio que el árbol era (…) deseable para adquirir discernimiento…” Génesis 3, 6). Es por y a través de la consciencia que podemos descubrir el mundo y descubrirnos a nosotros en el mundo. Más aún, descubrir nuestro propio mundo.
Nos enteramos así de que estábamos desnudos (frente al polo opuesto, estar cubiertos) y quisimos vestirnos. Las vestiduras son los velos que tapan nuestra esencia, como la Diversidad y Polaridad son los velos que viste la Unidad.
Descubrimos además, que teníamos miedo.
“Tuve miedo” dijo Adán. Dios buscó al hombre y le preguntó qué había hecho y el hombre contestó “tuve miedo”. Y agregó: “porque estaba desnudo”. Si la ropa son lo velos que nos cubren de nuestra desnudez, la vestidura entonces funciona para ocultar nuestra esencia. Adán tuvo miedo de sí mismo. Y lo articuló con la voz de su garganta y la angustia en el centro de su ser.
Todos nosotros somos ese primer hombre, ese hablar a Dios por vez prima. Esta primera voz humana dirigida a Dios fue para expresar nuestro miedo.
A partir de entonces, se ha instaurado en nosotros, un modo de ser, actuar y pensar fundamentado en el miedo. Y el nuevo don adquirido del discernimiento, lejos de reducirlo, lo incentivó.
Desde entonces, el motor de la Humanidad ha sido el miedo: miedo a la soledad, a la decepción, al fracaso, a la debilidad, a no ser amado, a la vida misma.
El discernimiento en su objetivo de sernos útil, nos ha guiado en cambio a la finalidad opuesta y nos ha hecho ignorar la Unidad. ¿Por qué? Porque ahora tememos. Por el discernimiento, se escondió Adán de Dios, de la Unidad, y por él tuvo que abandonar el Paraíso (allí donde habitaba la Unidad). Asimismo, hoy, por el discernimiento, nos escondemos de la Unidad y desconfiamos de su movimiento vital.
Pero el miedo se fundamenta en la ignorancia tanto como el día se fundamenta en el Sol. Quien conoce el pulso vital de la Unidad, ya no teme.
Hemos aprendido que Adán conoció a Eva y así tuvieron hijos. Para ser más claros y contemporáneos, Adán y Eva hicieron el amor y concibieron hijos.
El amor es, entonces, una forma de conocer. Y por lo tanto, vence a la ignorancia. Si el miedo es propio del ignorante, el amor es el método para vencerlo y propio del sabio.
Cuando hay amor, ya no hay más miedos. El amor lo abarca todo y al miedo ya no le queda lugar para existir.
El amor es motor
herramienta, medio e instrumento
y fin.
Imagen: "Deep in Conversation", René Magritte
18 de abril de 2008
Jung llamo "la sombra" a ese lado oscuro y sombrío de la personalidad que suele ser inconsciente para el individuo, aunque solo en cierta medida, ya que para los demás no está oculto. Generalmente esta sombra se nos suele presentar como una figura humana, una imagen que se puede rastrear comúnmente en los sueños en los cuales somos perseguidos y amenazados por un enemigo misterioso y malévolo, a veces una hechicera o un feroz guerrero que destruyen al héroe. Así la sombra pasa a ser un secreto vergonzoso que hay que mantener oculto a cualquier precio ya que denuncia nuestro lado inferior, medio animal y por lo tanto muy amoral. Nuestra sombra esta hecha de salvajismo, brutalidad, tiranía, de egoísmo, incapacidad y prejuicios miles entre otros.
Como todo lo que hay en el inconsciente, la Sombra, si no se trae a la luz, termina siendo proyectada. Esto no solo afecta a nivel individual, sino que también tiene suma importancia en un nivel colectivo.
Porque la escondemos? Porque nuestro yo estaría amenazado, no sería reconocido ni aprobado si muestra toda su otra mitad hostil, desprolija y primitiva. Así, en consecuencia, nos mostramos a los demás desde nuestras perfecciones, armonía, ubicación y autonomía. Pero sucede que todo esto que negamos por juzgarlo inadecuado, lo confinamos en el inconsciente y allí es donde se vuelven tan malignas como "creemos" que son.
En donde se nos representa y actúa entonces esta sombra? En el otro, y generalmente en el otro del mismo sexo. Por eso es importante comenzar a observar que cuando nos molesta algo del otro, es algo propio nuestro que ha sido arrojado a la sombra. Jung dice que el inconsciente solo tiene un comportamiento de enemistad o crueldad con el consciente cuando este último adopta una actitud falsa o pretenciosa.
Y una de las actitudes más pretenciosas de la que somos capaces los seres humanos es la creencia de que la culpa es siempre del otro.
Por eso, intento hacer reflexión de este movimiento polar como todos los que nos rigen. El cambio siempre se inicia desde la actitud consciente, del observarnos sin juzgarnos para poder modificarnos óptimamente.
Encontrarnos con nuestra sombra, para reconocerla en nosotros y aceptarla es, creo, la empresa más ardua y desalentadora. Implica al Yo, pone en riesgo al señor de la casa quien debe correrse y aceptar ese lugar que tanto despreciamos de nosotros mismos. Será nuestra enemiga siempre que nos enemistemos con ella, siempre que no la veamos, y aún peor cuando la queramos disipar o exorcizar.
Justamente es el enlace que nos permite comprender que en el lado oscuro de la naturaleza humana, se encuentra la semilla de la verdadera integración interior.
Tal como Goethe escribe en el Fausto: