14 de septiembre de 2008

Saturno vs. Urano, el Hijo contra el Padre

la búsqueda del origen


En el post anterior, la posición celestial de Saturno en oposición a Urano. Para pensar más acerca de determinadas posiciones, proponemos ahora, mirar historias y mitos que nos ayuden a meditar en ellas.

Urano es en la mitología griega, el dios del Cielo. Y su mujer es Gaia, la Tierra. Agotada de los frenéticos arrebatos sexuales de su esposo (y de sus monstruosas consecuencias ya que todos sus hijos eran Titanes o Cíclopes), Gaia decide rebelarse contra él. Pide entonces ayuda a sus engendrados pero ninguno se atreve a enfrentarse al padre. Dudan y temen todos ellos hasta que Saturno, Chronos, el Señor del Tiempo, decide oponerse a su progenitor y cortarle los testículos. Así no lo matará pero le agotará sus impulsos sexuales. De la sangre nacen las Erinias (monstruos encargadas de la venganza familiar, y representantes de la culpa saturnina) y del contacto de sus testículos con el mar, nace Afrodita, diosa del amor y todo lo bello.

La lucha entre Saturno y Urano es la lucha entre orden y caos, entre estabilidad/seguridad/tradición y libertad/creatividad. Vivmos entonces estos polos: el reino de Urano y el caos o el reino de Chronos y el tiempo. Nos cuesta pensar ambas cosas a la vez.

Llama la atención que sea el planeta Urano de tan particulares características con respecto a sus hermanos del Sistem Solar ya que su forma de rotación hace que los polos encaren al Sol de forma que toda una mitad del planeta queda siempre a oscuras.

Normalmente, entendemos a Urano como un planeta transpersonal, es decir que busca vincular a todas las personas como una unidad en la red humana. Los planetas transpersonasles (Plutón, Neptuno y Urano) nos piden romper la consciencia del ego y hacer eje en nuestro centro pero en relación a toda la Humanidad. En este sentido, Urano se asemeja a Prometeo, aquel que prefirió sacrificarse a si mismo en beneficio del resto exponiéndose a robar el fuego divino para dárnoslo a los hombres. El fuego de Prometeo suele tener un precio muy caro: realiza una tarea por la Humanidad pero la Humanidad luego lo rechaza. He aquí el vanguardista, el líder político que busca un mundo mejor, el artista callejero que prefiere vivir de un modo distinto pero en contacto al origen. Personalmente, cuando me encuentro frente a semejantes manifestaciones del dios de la creatividad y la libertad, no puedo más que hacer una reverencia de respeto ante aquellos que prefieren exponerse a vivir fuera de nuestros sistemas en pos de otorgarnos libertad y creatividad. Son éstos hombres que están en pleno contacto con Urano (y en pleno rechazo de Saturno). Pero no es necesario ser "grande" para vivir esta tensión. Los planetas vibran en todos y el mismo riesgo lo siente aquella ama de casa que prefirió esta vez agregar un poco más de pimienta en la receta tradicional que le ha enseñado su abuela y, por qué no, también un poco de estragón, dandole así un sabor nuevo, único y por completo diferente. La creatividad se manifiesta en todos los órdenes y niveles.

Por otra parte, tenemos la burocracia que intenta impedir que el revolucionario haga nuevas propuestas, el sistema de museos que decide qué arte es bueno y cuál no lo es dejando de lado al vanguardista loco y desquicidado, y la policía que busca apresar a estos hombres que lo único que quieren es otra forma de vida. Por supuesto, también está la abuela de aquella señora que al probar la cena le criticará su capacidad para la cocina pero nuestra ama de casa reirá en silencio. Ésta es la manifestación de Saturno y el rechazo completo de Urano.

Ambos casos están polarizados y ninguno ha conseguido unificar en una acción clara y direccionado el poder de la creatividad en el sostén de la estructura y la forma. Los griegos nos enseñan que Prometeo se vio luego encerrado en un ciclo que se repetía siempre: estaba atado a una roca y un águila le comía el hígado durante el día mientras que el órgano volvía a crecer de noche; así hasta el infinito. No existe creatividad sin orden. Siempre que nos apoyemos de un lado, se manifestará y el otro y viviremos dicha manifestación como opuesta a nosotros mismos.

Pero si en el Cielo están ambos planetas es porque también nosotros podemos cumplir ambas funciones.

Todos en nuestras vidas sentimos la oposición planetaria de Urano y Saturno en el momento en que debemos enfrentar a nuestros padres. En efecto, el Hijo debe convertirse en el Padre pero para hacerlo debe oponerse a él, reinterpretar su origen y encontrar su propia forma de ser. Este es un momento de suma tensión psicológica y los griegos lo interpretaron con Saturno, Chronos, que solía devorar a sus propios hijos por miedo a ser derrocado.

Urano fue primero y luego Saturno. Urano es origen y origen es creatividad. Ser "original" no es oponerse al orden, sino volver a Urano, volver al principio. Para hacerlo no hay que negar a Saturno (la realidad, el orden establecido, el propio límite) sino reconocerlo. Chronos corta los genitales de su padre con una guadaña, símbolo de la muerte. El orden en exceso mata a la creatividad. Pero el orden en la medida justa aporta libertad. Sólo al conocer nuestros límites somos verdaderamente libres.

Saturno en oposición a Urano nos pide buscar formas, estructuras novedosas, creativas y en pos de beneficiar a toda la humanidad. Nos pide ser Prometeos sin renunciar a nuestra vida en la cotidianeidad.


* a.l.e.j.o l.ó.p.e.z


Imagen: un artista callejero representando a Prometeo robando el fuego a los dioses