29 de abril de 2008

Caminar sin muletas

Hoy les traemos un cuento sufí...

Una vez un hombre se lastimó una pierna. Tuvo que caminar con una muleta. Esta muleta le resultaba muy útil, tanto para caminar como para muchas otras cosas. Enseñó a toda su familia a usar muletas, transformándose pronto en un objeto utilizado en la vida diaria. Era parte de la ambición de todos el llegar a poseer una muleta. Algunas estaban hechas de marfil, otras adornadas con oro. Se abrieron escuelas para enseñar su uso; fueron creadas cátedras para ocuparse de los aspectos superiores de esta ciencia.

Unas pocas, muy pocas, personas empezaron a caminar sin muletas, Esto era considerado escandaloso, absurdo. Además existían tantos usos para las muletas. Algunos protestaron y fueron castigados. Trataron de demostrar que una muleta podía ser usada a veces, cuando fuese necesario, o que muchos de los usos que se le daban a las muletas podrían ser suministrados de otras formas. Pocos escucharon. Para vencer los prejuicios, algunas personas que podían caminar sin ellas comenzaron a actuar de una manera totalmente diferente a la establecida por la sociedad. No obstante, seguían siendo pocos.

Cuando se descubrió que, habiendo usado muletas durante tantas generaciones, pocas personas podían, de hecho, caminar sin ellas, la mayoría «demostró» que eran necesarias.

«Aquí - dijeron - tenemos un hombre. Traten de hacerlo caminar sin muletas. ¿Ven? No puede.»

«Pero nosotros estamos caminando sin muletas», les recordaron los que caminaban normalmente.

«Eso no es cierto, es una mera fantasía de ustedes», dijeron los tullidos, que para entonces también estaban volviéndose ciegos; ciegos porque se rehusaban a ver.


Fuente: Idries Shah, Los Sufis

23 de abril de 2008

El amor como forma de conocer


“Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo” (Génesis 3, 10)

Color, frutos, abundancia, unidad. Eso era el Paraíso. Pero Eva y Adán decidieron comer del “Árbol del Bien y del Mal” (el árbol de la dualidad), portal a nuestro mundo psicológico tal como lo vivimos hoy.

El Bien y el Mal son polos opuestos cuyo centro no es ni bien ni mal. En realidad, dichos extremos sólo existen en la dualidad. Y la dualidad (y su consecuente polaridad) sólo existe en el mundo material. La Unidad se expresa en diversidad. La polaridad es la herramienta de expresión de la Unidad o Totalidad.

Si el Paraíso es Unidad, el ser humano debe ser echado del mismo al haber probado la Dualidad. Este pulposo fruto de tan rico sabor (y que nos trajo tantos conflictos posteriores) le dio al hombre una herramienta que antes no tenía: el discernimiento (“…la mujer vio que el árbol era (…) deseable para adquirir discernimiento…” Génesis 3, 6). Es por y a través de la consciencia que podemos descubrir el mundo y descubrirnos a nosotros en el mundo. Más aún, descubrir nuestro propio mundo.

Nos enteramos así de que estábamos desnudos (frente al polo opuesto, estar cubiertos) y quisimos vestirnos. Las vestiduras son los velos que tapan nuestra esencia, como la Diversidad y Polaridad son los velos que viste la Unidad.

Descubrimos además, que teníamos miedo.

“Tuve miedo” dijo Adán. Dios buscó al hombre y le preguntó qué había hecho y el hombre contestó “tuve miedo”. Y agregó: “porque estaba desnudo”. Si la ropa son lo velos que nos cubren de nuestra desnudez, la vestidura entonces funciona para ocultar nuestra esencia. Adán tuvo miedo de sí mismo. Y lo articuló con la voz de su garganta y la angustia en el centro de su ser.

Todos nosotros somos ese primer hombre, ese hablar a Dios por vez prima. Esta primera voz humana dirigida a Dios fue para expresar nuestro miedo.

A partir de entonces, se ha instaurado en nosotros, un modo de ser, actuar y pensar fundamentado en el miedo. Y el nuevo don adquirido del discernimiento, lejos de reducirlo, lo incentivó.

Desde entonces, el motor de la Humanidad ha sido el miedo: miedo a la soledad, a la decepción, al fracaso, a la debilidad, a no ser amado, a la vida misma.

El discernimiento en su objetivo de sernos útil, nos ha guiado en cambio a la finalidad opuesta y nos ha hecho ignorar la Unidad. ¿Por qué? Porque ahora tememos. Por el discernimiento, se escondió Adán de Dios, de la Unidad, y por él tuvo que abandonar el Paraíso (allí donde habitaba la Unidad). Asimismo, hoy, por el discernimiento, nos escondemos de la Unidad y desconfiamos de su movimiento vital.

Pero el miedo se fundamenta en la ignorancia tanto como el día se fundamenta en el Sol. Quien conoce el pulso vital de la Unidad, ya no teme.

Hemos aprendido que Adán conoció a Eva y así tuvieron hijos. Para ser más claros y contemporáneos, Adán y Eva hicieron el amor y concibieron hijos.

El amor es, entonces, una forma de conocer. Y por lo tanto, vence a la ignorancia. Si el miedo es propio del ignorante, el amor es el método para vencerlo y propio del sabio.

Cuando hay amor, ya no hay más miedos. El amor lo abarca todo y al miedo ya no le queda lugar para existir.

El amor es motor
herramienta, medio e instrumento
y fin.


a.l.e.j.o l.ó.pe.z


Imagen: "Deep in Conversation", René Magritte

18 de abril de 2008

"Ya ve bastante quien ve su propia oscuridad"


Jung llamo "la sombra" a ese lado oscuro y sombrío de la personalidad que suele ser inconsciente para el individuo, aunque solo en cierta medida, ya que para los demás no está oculto. Generalmente esta sombra se nos suele presentar como una figura humana, una imagen que se puede rastrear comúnmente en los sueños en los cuales somos perseguidos y amenazados por un enemigo misterioso y malévolo, a veces una hechicera o un feroz guerrero que destruyen al héroe. Así la sombra pasa a ser un secreto vergonzoso que hay que mantener oculto a cualquier precio ya que denuncia nuestro lado inferior, medio animal y por lo tanto muy amoral. Nuestra sombra esta hecha de salvajismo, brutalidad, tiranía, de egoísmo, incapacidad y prejuicios miles entre otros.
Como todo lo que hay en el inconsciente, la Sombra, si no se trae a la luz, termina siendo proyectada. Esto no solo afecta a nivel individual, sino que también tiene suma importancia en un nivel colectivo.
Porque la escondemos? Porque nuestro yo estaría amenazado, no sería reconocido ni aprobado si muestra toda su otra mitad hostil, desprolija y primitiva. Así, en consecuencia, nos mostramos a los demás desde nuestras perfecciones, armonía, ubicación y autonomía. Pero sucede que todo esto que negamos por juzgarlo inadecuado, lo confinamos en el inconsciente y allí es donde se vuelven tan malignas como "creemos" que son.
En donde se nos representa y actúa entonces esta sombra? En el otro, y generalmente en el otro del mismo sexo. Por eso es importante comenzar a observar que cuando nos molesta algo del otro, es algo propio nuestro que ha sido arrojado a la sombra. Jung dice que el inconsciente solo tiene un comportamiento de enemistad o crueldad con el consciente cuando este último adopta una actitud falsa o pretenciosa.
Y una de las actitudes más pretenciosas de la que somos capaces los seres humanos es la creencia de que la culpa es siempre del otro.
Por eso, intento hacer reflexión de este movimiento polar como todos los que nos rigen. El cambio siempre se inicia desde la actitud consciente, del observarnos sin juzgarnos para poder modificarnos óptimamente.
Encontrarnos con nuestra sombra, para reconocerla en nosotros y aceptarla es, creo, la empresa más ardua y desalentadora. Implica al Yo, pone en riesgo al señor de la casa quien debe correrse y aceptar ese lugar que tanto despreciamos de nosotros mismos. Será nuestra enemiga siempre que nos enemistemos con ella, siempre que no la veamos, y aún peor cuando la queramos disipar o ex
orcizar.

Existe, está... y si está es por algo.

Justamente es el enlace que nos permite comprender que en el lado oscuro de la naturaleza humana, se encuentra la semilla de la verdadera integración interior.

Tal como Goethe escribe en el Fausto:

Ahora bien, ¡quién eres, pues?
Soy parte de aquel Poder
Que queriendo siempre el mal
Por siempre realiza el bien

Amor, Reconciliación y Aceptación de nuestro sombrío costado es mi intención hacia todos.
Por la Luz que nos habita:
M e l i n a E n r i c o

15 de abril de 2008

La enfermedad como camino

Nos parece interesante también compartir fragmentos o extractos de libros que nos ayuden a comprendernos a nosotros mismos y al mundo.

En el día de hoy, un fragmento de La enfermedad como camino de Thorwald Ethlefsen y Rüdiger Dahlke.

"El instrumento de unificación de opuestos se llama amor. El princio del amor es abrirse y recibir algo que hasta entonces estaba fuera. El amor busca la unidad: el amor quiere unir, no separar. El amor es la clave de la unificación de los opuestos, porque el amor convierte el Tú y el Yo en Tú. El amor es una afirmación sin limitaciones ni condiciones. El amor quiere ser uno con todo el universo: mientras no hayamos conseguido esto, no habremos realizado el amor. Si el amor selecciona, no es verdadero amor, porque el amor no separa y la selección separa. El amor no conoce los celos, porque el amor no quiere poseer sino inundar."
"El símbolo de este amor que todo lo abarca es el amor con el que Dios ama a los hombres. Aquí no encaja la idea de que Dios reparte su amor proporcionalmente. Y, menos aún, los celos porque Dios quiera a otros. Dios - la Unidad- no hace distinciones entre bueno y malo, y por eso es el amor. El sol envía su calor a todos los humanos y no reparte sus rayos según merecimientos. Únicamente el ser humano se siente impulsado a lanzar piedras: que no le sorprenda, por lo menos, que siempre se apedree a sí mismo. El amor no tiene fronteras, el amor no conoce obstáculos, el amor transforma. Amad el mal, y será redimido"

13 de abril de 2008

El laberinto de nuestra sombra


La historia es conocida. Todos los años (o cada nueve años según la versión) siete hombres y siete doncellas son entregados a Minos para que él pueda alimentar al Minotauro. El día en que ese tributo acontece por tercera vez, Teseo se entrega como víctima para poder enfrentar al monstruo y vencerlo. El mismo está encerrado en un laberinto diseñado para que nunca pueda salir de allí. Surge, entonces, un problema: el escape luego de que Teseo acabe con la monstruosidad. Antes de entrar a la mazmorra de túneles y pasadizos, el héroe se encuentra con Ariadna, hija de Minos (y media hermana del Minotauro), quien le ofrece la punta de un hilo quedándose ella fuera con el resto del ovillo para que Teseo pueda volver y evitar perderse en el centro de la enredada arquitectura, luego de haber vencido al cornudo monstruo.

Teseo es un héroe. Todo él es masculinidad, valentía y coraje. Todo héroe, para serlo, debe vencer a sus enemigos. Todo héroe, para serlo, debe defender lo justo, lo bueno, lo bondadoso y lo bello. El enemigo es entonces monstruoso, lo oscuro, lo feo. Y en efecto el Minotauro es más animal que hombre. Agresivo y violento, debe ser encerrado para ser controlado. Pero es una bestia insaciable a la que hay que alimentar con carne humana. El monstruo devora poco a poco a toda la humanidad.

Si Teseo es la luz, el Minotauro es la oscuridad, la sombra. Y sabemos que luz y sombra son dos polos de un mismo principio. El héroe se define en relación con la extinción del monstruo y el monstruo existe a partir de la aparición del héroe que lo enfrenta.

Ariadna también es la sombra de Teseo. Él es todo actividad, movimiento, acción e impulso. Ella es pensamiento, atención, reflexión, pasividad. Aquél es principio masculino, ésta es principio femenino. No en vano es hermana del monstruo, hermana de la sombra de Teseo.

La sombra es todo aquello que nos genera rechazo. Todo aquello que nos desagrada de nosotros mismos y que, por lo tanto, negamos. La luz es, en cambio, aquello en que nos reconocemos. Así, si somos generosos, no nos reconocemos en lo egoísta y, si somos hombres, no nos reconocemos en la mujer. Pero siempre que nos alumbre el sol, el cuerpo generará sombra. La sombra es lo peor de nosotros, la refutamos, la negamos y nos negamos a ella pero inconscientemente la llevamos escondida en lo más profundo de nuestro ser y la proyectamos hacia fuera.

Si Teseo camina bajo el sol, el Minotauro es la sombra que se haya bajo sus pies.

El Minotauro es toro, sí, pero también hombre. Es la parte más oscura de Teseo y de nosotros mismos. El laberinto son los recovecos de nuestra consciencia, que nos impiden llegar al centro, a lo más profundo de esa continuidad de pasillos interminables y de incontables conexiones y curvas. Allí, en el centro del laberinto (de nuestro ser) se encuentra el monstruo, nuestra oscuridad, nuestra sombra… La mazmorra fue creada por nuestra mente para protegernos de nosotros mismos pero, paradójicamente, es a través de nuestro pensamiento que podremos avanzar por sus recovecos. El laberinto es a la vez protección y prisión. Nuestra psicología oculta igual que muestra. Es embaucadora (por haber construido el laberinto) y al mismo tiempo guía dentro del mismo (es quien mejor lo conoce).

El Minotauro (monstruo) subsiste alimentándose de la humanidad… va devorando poco a poco todo nuestro “ser humanos”. El “ser humano” está vinculado con lo justo, lo bello, lo bueno, lo comprensivo. El monstruo, en cambio, con lo abominable, lo peligroso y lo impulsivo (por eso es encerrado). La virtud es la humanidad y el vicio es el monstruo. El vicio desea devorar a la virtud. Y la virtud acabar con el vicio.

Para ser héroe es necesario enfrentarse a uno mismo, a la sombra de uno mismo. Entrar en el laberinto de nuestra psicología y descubrirnos monstruos y oscuros. Mirar cara a cara todo aquello de nuestro ser que es feo, repulsivo, provocador, molesto, que nos desagrada y contra lo que sentimos un profundo rechazo.

Pero Teseo se entrega como víctima, no es forzado a entrar. Es necesario también que esa búsqueda de uno mismo, ese escarbar en el fondo de nuestro ser para saber quiénes somos, sea voluntario. Teseo es el defensor de la humanidad. Para enfrentar lo peor de nosotros mismos, es necesaria una alta confianza en nuestra humanidad y en nuestra capacidad de volver al mundo luego del enfrentamiento, aunque ahora modificados.

En esa búsqueda y en el duelo que conlleva podemos perdernos, desorientarnos y desubicarnos. Esto ocurre porque nos acercamos al centro de nosotros mismos, el centro del laberinto donde se encuentra el monstruo, dominándolo todo. El Minotauro es, en verdad, toda nuestra profundidad. Al vencer al monstruo, nuestra identidad es nueva y desconocida. Nos hayamos desorientados y recurrimos entonces al hilo de Ariadna para poder salir del laberinto, ya no con el ímpetu anterior, sino despacio, con cautela, siguiendo el rastro que nosotros mismos hemos dejado. La cuerda tendida es la confianza en nuestra humanidad y es también nuestra capacidad pensante, nuestro discernimiento. Al salir, ya no somos los mismos. Somos héroes.

Pero si el Minotauro es uno mismo, entonces, Héroe es quien se vence a sí mismo.

El mito del Minotauro nos invita a mirarnos en un espejo de aguas oscuras donde ya no hacemos foco en lo alto del Cielo, allí donde se haya el Sol, sino hacia abajo, para enfrentarnos al fin con la oscuridad profunda de nuestra sombra. Y al verla, vernos. Y al vernos, vencernos. La única forma de vencer a los monstruos es aceptándolos. La única forma de vencernos es, entonces, conocernos. Y, luego, aceptarnos. El único método para conseguirlo es el amor. Amor por los otros, el mundo y nosotros mismos.


ALEJO LÓPEZ

12 de abril de 2008

Mensaje del Cielo

El universo quiere hablarnos...

y lo hace a través del cielo.


Hemos agregado en la barra izquierda, una proyección de imágenes del Cielo que hemos encontrado buscando la web.

Será cuestión de mirar hacia arriba y escuchar...

9 de abril de 2008

Que hacemos cuando simplemente "actuamos" ?

Esta vez los invito a pensar algo que decidí llamar "Teoría de la Realización Integral". De todoas nuestras acciones, actos o decisiones realizadas, algunas tienen mas significancia que otras. Si bien todas aportan al propio desarrollo de lo que somos como individuos, podemos ser concientes de que, ciertas veces, quisieramos que las cosas nos salgan de alguna manera particular, y nos cuesta o no sucede. Esa acción que deseamos conquistar, percibimos que es óptima para nosotros y la vemos difícil porque implica vincularse con sectores nuestros de dificil acceso desde la conciencia.
Pero cuando ya hay conciencia de hacia donde queremos ir y de que la conquista es un desafío positivo, la "Acción Integral" se hace presencia y nos sorprende felizmente.

Decidí crear este concepto:
Entendemos por Acción Integral toda aquella Realización con Autor e Intención que se manifiesta después de haber sido vivenciada desde la comprensión conciente, y experiencias de Ensayo y Error en la realidad concreta de Ojetos y Vínculos.
Es altamente optima y positiva, ya que una Realización Integral contiene:
* Un pasado disfuncional en relación a un área de vida o vínculo, y por lo tanto contaminante
* Un presente que detecta una inercia por repetición y exige el Pulsar Vital.
* Un futuro más pleno y armónico producto de el surgimiento de Soluciones Nuevas que son estas Realizaciones Integrales.

La idea de un tiempo no lineal, sino circular y ascendente es la clave para integrar pasado, presente y futuro. No olviden, ESTAMOS VIVOS; PULSAMOS.
La Vida es aquí y ahora,
estar en el Mundo es Estar Presentes
Melina Enrico.

4 de abril de 2008

Saturno vestido de Virgo

Ya que la idea es sintonizar las frecuencias del cosmos para sentir y expresar principios universales, los invitamos a reflexionar de que manera podemos integrar el pulso vibratorio de Saturno transitando el signo de Virgo. Podríamos decir, en un sentido amplio, que Saturno es el responsable de trazar los límites a toda expresión, es el contorno, el borde de la forma. Saturno tiene la función de estructurar, de resaltar lo necesario y esencial. Arquetipicamente representa la función Padre, con esto entendemos que Saturno es quien trae el orden, la autoridad expresada desde la Ley. Si bien suena frio, austero y de un alto registro del tiempo, es imprescindible para el optimo funcionamiento de toda estructura viviente, ya que permite que todo tenga la forma y la consistencia adecuada para funcionar. Como regente de Capricornio, se le suman las cualidades de trabajo, perseverancia, solidez, y sentido de la realidad y la forma típica de este signo de Tierra. La cabra subiendo la montaña, paso a paso, sin casi agua y soportando el frio, y finalmente llega... Sin Saturno nada se sostiene, como nuestra columna vertebral y huesos permiten alzar un cuerpo y sostener organos internos, piel y venas, así este planeta transita por nuestras vidas enseñándonos, aunque al principio muy duramente, como debemos edificar nuestro propio eje para funcionar y discriminar en el día a día.

Desde mediados del 2007 a mediados del 2010 Saturno transitará el tramo zoodiacal correspondiente a Virgo. El sentido superior de Virgo es ofrecer la tierra fértil donde se plantan y nutren las semillas del futuro, donde el Servivio y la Entrega protege el fruto de la Nueva Tierra. Discriminación, meticulosidad, orden y prolijidad son algunas de las cualidades atribuídas a Virgo. El salto cuántico tiene que ver con salir de la vieja forma de vivir y pensar para abrir paso a una nueva estructuración y orden. Saturno en Virgo nos hace tomar conciencia, nos muestra donde están nuestras limitaciones referidas al "no puedo", "esto no es para mí" para revisarlas y aplicar la magnífica cualidad virginiana de limpieza. Es decir de asimilación de los límites útiles y de deshechar lo que ya no sirve. Por eso es un proceso de discriminación y purificación asistida por la meticulosa y detallista acción virginiana.

Como nos preocupamos por nuestro trabajo y las relaciones laborales, nuestra salud y la relación mente cuerpo, así deberíamos interiorizar este interes y revisar nuestra alimentación, habitos diarios y ordenar nuestro cuerpo y mente en todos sus niveles para que nuestro espíritu, que mora en el, se sienta a gusto y con tierra fértil para expandirse y florecer. Con Virgo también se trata de pezcar este orden sagrado que trasciende la existencia y que no es comprensible solo desde la razón.

Se necesita del Entendimiento para cultivar el Espíritu y recoger una buena cosecha.

Melina Enrico

2 de abril de 2008

¿Quiénes somos?




Alejo López nació en 1983 en Buenos Aires. Es egresado "Actor" de la Escuela Municipal de Arte Dramático del GCBA y también fue alumno de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) asistiendo a asignaturas de Antropología, Letras y Lingüística. Ha estudiado Kabaláh, Astrología, Tarot, Masajes y Reiki y realizó seminarios en "The Centre for Psychological Astrology" de Londres. Actualmente, es estudiante de Psicología en la UNED, España, y está procesando su admisión a la SEPA (Sociedad Española de Psicología Analítica). Algunos de sus maestros son: Ione Slazay, Sara Broqui, Eugenio Carutti, Ana María Caro, Adriana Vezié, el Dr. Hugo Ardiles y Maricarmen Blasco Ruiz (ya en Barcelona). Ha realizado dos disertaciones: El secreto del nombre (para el Portal Hinéni) y Anagramas para la Facultad de Filosofía y Letras.












Melina Enrico nació en 1976 en Venado Tuerto provincia de Santa Fe. Es Lic. en Psicología (M. Nº 42.551) y Astróloga. Tiene una rica formación corporal y actoral desde distintas disciplinas y concepciones de la danza, el movimiento y la actuación en variados géneros. Trabaja activamente como terapeuta transpersonal integrando conocimientos de psicología general, astrología y Técnicas de orientación Jungiana como Ensueño Dirigido y patrones e imágenes arquetípicas. Desde una perspectiva creativa y empática acompaña el desarrollo del potencial propio y singular de cada consultante.




El Pulso Astral

En medicina, la palabra "pulso" se refiera a la pulsación de las arterias como consecuencia de los latidos del corazón. Está entonces directamente relacionada con la vida. Que haya pulso es que hay vida.

El Corazón es una bomba aspirante e impelente a partir de la cual la sangre se abalanza para recorrer todo el cuerpo y luego regresar a su origen. El Corazón es el Centro de la Conciencia y del Sentir, como el Sol es el centro de nuestro sistema.

Este movimiento de ida y vuelta es constante. La Medicina enseña que el ciclo cardíaco de contracción y relajación se realiza unas 75 veces por minuto. También los astros se mueven con un ritmo determinado. Cada dos días y medio, la Luna cambia de signo; el ciclo de Saturno dura 28 años; el de Urano, 84 y así, cada planeta, tiene un ciclo propio.

La ley del ritmo universal se expresa en el hombre en el ritmo cardíaco, en el pulso. El fiel pulso cardíaco se nos presenta como constante y decidido. En efecto, es por su fidelidad que confiamos que vivimos. Y es, en respuesta a dicha fidelidad, que podemos desarrollar nuestras vidas y desplegar la individualidad de cada uno.


Así, en lo constante hay vida y, sobre todo, creatividad y libertad.

El pulso astral es el ritmo con que se mueve el Universo. Entrar en ese ritmo es ser Uno con Él.

ReiKi

La palabra “Rei” significa “universal”, “ki” significa vital. El Reiki es la energía universal vital.

La técnica de Reiki fue descubierta por Mikao Usui, un monje japonés, luego de 21 días de meditación en el Monte Kurama en 1922. Él mismo siempre afirmó que no fue su propia invención sino el redescubrimiento de técnicas milenarias que habían sido olvidadas.

Más tarde, diría:

"El método secreto para invitar a la buena suerte.

La medicina maravillosa para toda enfermedad

Sólo por hoy:

No estés enojado

No estés preocupado

Sé agradecido

Trabajá duro (en mejorarte a vos mismo)

Sé bueno con otros.

Todas las mañanas y todas las noches sentate en la posición de Gassho y decí estás palabras en voz alta a tu corazón.

Para conseguir la evolución del cuerpo y el alma, Usui Reiki Ryoho

La técnica consiste en que el terapeuta aplique sus manos sobre el cuerpo del paciente en alguna zona en particular que se encuentre dolorida o lastimada. También puede hacerse un tratamiento completo en todo el cuerpo. El terapeuta se convierte en canal de la energía universal para así conseguir curación física, mental y emocional.


Información y Contacto:

ALEJO LÓPEZ
630.773.858 (España)
15.3596.5652 (Argentina)
alejomlopez@yahoo.com.ar

Tarot

Cuenta la leyenda que algunos sabios antiguos llegaron a saber que los imperios caerían. Temieron entonces más por el conocimiento que por las vidas perdidas. ¿Cómo hacer para conservarlo en un idioma universal y encriptado de forma tal que sólo el justo tuviera acceso a él?

Diseñaron entonces un libro pero sin texto. A través de 22 láminas dibujadas, con números y nombres, encerraron todos sus conocimientos en un libro sagrado que sólo los iniciados podían interpretar y entender. “El hombre jamás se desproveerá del vicio”. Así, los jugadores de naipes con sus inocentes apuestas, colaboraron a que ese conocimiento no se perdiera convirtiéndose en protectores de un conocimiento sagrado. Dicha sabiduría llega hoy a nuestras manos gracias a ellos.

El Mazo de Tarot como nos llega hoy en día está compuesto por los 22 Arcanos Mayores o Triunfos y 56 arcanos menores que se encuentran en los cuatro reinos: bastos, copas, oros y espadas (como cuatro son también los puntos cardinales, los elementos y las estaciones del año).

La tirada de cartas de Tarot permite conocer qué fuerzas arquetípicas están actuando en nosotros en un momento particular para mostrarnos los hilos ocultos que tensan o relajan cada situación. Los arquetipos son siempre los mismos, pero las combinaciones son sino infinitas, muchísimas. Así, cada situación es única como cada lectura.

La consulta al Tarot puede hacerse tanto a un tema en particular y en la búsqueda de una respuesta concreta a alguna pregunta formulada o bien puede ser simplemente un acercamiento para oír aquello que los arcanos del tarot tienen para decir en un panorama general que abarca varios aspectos de nuestras vidas.

Atreverse a consultar el Oráculo del Tarot es animarse a enfrentarse a un espejo de uno mismo pero ya despojado de vestimenta y así adquirir un profundo conocimiento del propio ser.


Información y Contacto:


LIC. MELINA ENRICO
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ALEJO LÓPEZ
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Astrología


En tiempos remotos, cuando no existían las velocidades de las autopistas, ni la posibilidad de hablar por una pantalla a una persona a miles de kilómetros, las caminos y las rutas no estaban llenos de carteles luminosos y de noche, las ciudades se apagaban en un sueño profundo y oscuro. En esa oscuridad, los sabios supieron echar la mirada hacia arriba y ver. Vieron estrellas y descubrieron mundos.Hoy en día, la velocidad de las telecomunicaciones, las luces prendidas a toda hora para aumentar la producción y esa inagotable ansiedad de conseguir cada vez más al menor costo posible, nos ha llevado a olvidar las estrellas. Si por las noches, miramos el cielo, ya no vemos las constelaciones porque la luz que nosotros fabricamos aquí abajo, nos ha cegado.El vínculo entre el Cielo y la Tierra en la Antigüedad era una herramienta vital. Los sabios supieron ver además una correspondencia y encontraron en los símbolos celestiales de las constelaciones y los planetas, un espejo de lo que acontecía en Tierra. Dicho espejo también reflejaba el alma.El estudio de la posición de los planetas, el Sol, la Luna y las constelaciones zodiacales en el momento del nacimiento y del modo en que se perciben en el lugar de dicho de nacimiento consiste en el desplazamiento y levantamiento de la carta natal, como expresión espejada del interior de la criatura que acaba de nacer. No llegamos al mundo en cualquier momento ni en cualquier lugar, sino en un tiempo y espacios definidos y específicos. Allí, podemos encontrar el origen de nosotros mismos.

“El levantamiento del horóscopo se parece con esto a una especie de instantánea fotográfica que fija un momento único del cuadro celeste constamente en movimiento. [...]Es dentro de este cuadro de constelaciones o en base a este horóscopo, que reconoceremos a un ser humano recién nacido, con sus disposiciones, su carácter fundamental y el destino que lo aguarda; en una palabra, al hombre viviente, con su participación del acaecer cósmico en general, tal y como repercute en su alma.” (Oscar Adler)

Por otra parte, cada año el Sol vuelve a encontrarse en la posición donde se hallaba en el momento del nacimiento. “Es el retorno al mismo lugar, el que posibilita el inicio de un nuevo ciclo que tendrá su culminación recién después de haber dado toda la vuelta al zodíaco. […] origina un nuevo inicio, y así sucesivamente”. (Liliana Ortiz) El estudio de la Revolución Solar explica la correspondencia celestial con los sucesos que van a acontecer cada año.


¿Qué esperar de la consulta?

Al hacer el estudio de la carta natal, el astrólogo podrá interpretar a partir de los símbolos celestiales, patrones de conductas, mecanismos defensivos y modos de relacionarse, entre otras cosas. Asimismo, podrá hacer algunas predicciones basándose en esos esquemas. Pero, usando la Astrología de manera predictiva sólo se logra acotar las posibilidades creativas de resolución individual. Es necesario que el consultante entre en contacto con su interior y sus lados oscuros para producir síntesis integrales.

La Astrología moderna intenta ser psicológica y no predictiva. A través del estudio de la Carta Natal y la Revolución Solar pueden descubrirse patrones de conductas y reacciones automáticas e inconscientes que parecen controlar nuestras vidas. El objetivo de este estudio no es descubrir qué va a pasar sino encontrar razones, motivos, y orígenes en nuestros comportamientos para comprendernos más a nosotros mismo y así llegar a ser más felices. Igual que un psicólogo que al conocer a su paciente puede predecir ciertas situaciones, el astrólogo va a poder también hacer predicciones con mayor exactitud (ya que se basa no sólo en la psicología personal sino en la unidad que conforma con el movimiento astral) para ayudar al paciente. Pero la predicción no es el objetivo final, sino el auto-conocimiento.


¿Por qué dos personas del mismo signo son distintas?

Decir "soy de Tauro" significa que el Sol se hallaba en la constelación "Tauro" en el momento de nacer. Ahora bien, el resto de los planetas se hallaba en otras constelaciones zodiacales. En realidad, cada persona lleva en sí todos los signos, doce en total (de lo contrario sólo habría doce "tipos" de persona) pero cada uno los lleva en diferente proporción. El movimiento de los astros es constante. Esto significa que en el momento de nacer de cada uno de nosotros la posición celestial era distinta. Por ejemplo, no todos los taurinos son iguales porque tienen distinta proporción del resto de los signos.

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"Lo que está abajo es como lo que está arriba. Y lo que está arriba es como lo que está abajo, para que pueda cumplirse el milagro de lo Uno"
Tabla Esmeralda