“Lo que importa aquí es que cuando un individuo
dibuja los límites de su alma,
establece al mismo tiempo las batallas de su alma”
Ken Wilbur, La conciencia sin fronteras
Sigamos profundizando un poco en el tema de los tránsitos.
¿Qué es un tránsito? En el momento de nacer y desde el lugar en el que nacimos, podemos obtener una foto del cielo en ese momento. Esta foto es nuestra carta natal y, como tal, nuestro sello astral, nuestro ADN cósmico. Pero la carta natal no es estática sino dinámica, y está siempre en movimiento. Porque los planetas continúan su curso. Así, en esta órbita y viaje constante, hay momentos que se ubican en determinadas distancias respecto a la posición que tenían en el momento en que nacimos. Hay tránsitos personales, transpersonales y otros universales. Por ejemplo, todo el mundo entre los 28 y los 19 años y medio vive el retorno de Saturno a su posición natal.
Tradicionalmente, la Astrología consideraba algunos tránsitos como buenos y otros como malos o peligrosos. Hoy en día, la Astrología psicológica ha intentado cambiar esta concepción alegando que no hay tránsitos positivos o negativos. Y más aún, algunos nos atrevemos a afirmar, que todos los tránsitos son positivos. No es que el tránsito en sí mismo sea positivo sino que posibilita un movimiento expansivo en la consciencia y que habilita mayor vivacidad y creativadad en la expresión de la totalidad de la persona que esté viviendo dicho tránsito.
Para entenderlo, debemos también comprender el mecanismo de la proyección. Normalmente, decimos que somos "esto, aquello y eso otro" (por ejemplo "responsables, ordenados y serios") y negamos ser "irresponsables, desordenados e infantiles"). Al hacerlo, cerramos las posibilidades de expresión de nuestro ser. Es posible que un hombre sea muy ordenado y responsable, pero es posible también que pueda habilitar algún tipo de descontrol o impulso que le permita expresarse más flexiblevemente y creativamente. Si es así, si en verdad tiene un potencial que está trabado por su prejuicio y concepción de que es "ordenado, responsable y serio", va a encontrarme constantemente con gente que se porte irresponsablemente, desordenadamente e infantilmente. Y aún más, puede encontrarse en situaciones en las que esté forzado a actuar de manera irresponsable. Esto, por supuesto, le traerá enormes conflictos porque, luego del acto de irresponsabilidad, la sensación será "¿por qué hice esto? Yo NO SOY así". Pero si lo hizo, es porque lo es. Aunque toda mi personalidad (ya no mi ser) se empeñe en negarlo. No tenemos la posibilidad de ser o hacer aquello que no somos.
La personalidad es aquello de mi ser que reconozco como propio. El Ser está conformado no sólo por la personalidad sino también po aquello que no reconozco como propio y por lo tanto proyecto en los demás. Este hombre que está tan seguro de ser "responsable, ordenado y serio" sabe que hay "alguien" que es irresponsable pero he olvidado quien es, entonces busco juntarme en el mundo con irresponsables para poder satisfacer esa certeza.
Cuando ocurre un tránsito, el Universo nos obliga a testear quiénes somos. Si somos flexibles a la hora de definirnos, sufriremos menos dicho tránsito. Pero, en cambio, si persistimos en cristalizar nuestra personalidad y definir estáticamente quiénes somos, el dolor será mayor. Así, en Astrología, decir que tengo claro quién soy, es posiblemente, errar. Y no habría que vanagloriarse de ser siempre el mismo. Cuando una persona entra en una crisis y no sabe qué quiere, qué está haciendo ni por qué, posiblemente esté más cerca del centro de sí misma que nunca.
Así, un tránsito siempre es positivo en tanto que cuestiona quiénes somos y pone en duda esas fronteras que hemos establecido entre nosotros mismos y el mundo o los otros.
Basta entonces con no temer, con ser flexibles y confiar, con ver que cada experiencia está intentando expandir nuestra conciencia y hacernos crecer a un modo de ser cada vez más amplio, más vasto y creativo. Basta con saberlo: el Universo y su pulso astral siempre complotan a nuestro favor.
¡Confía!
+ a.l.e.j.o l.o.p.e.z +
Imágenes de Marta Minujín
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