En el Cielo se está dando un movimiento importante: Plutón entra en Capricornio. Tiembla entonces el sistema, teme la sociedad su propio desarme. El dios del Inframundo sólo emerge para destruir y matar. Sí, Plutón es transformación pero, sobre todo, muerte (asumásmolo). O al menos es así para nuestras limitadas psicologías mortales y humanas.
El otro día, en un seminario en Londres, hablábamos de otras posiciones en que Plutón hubiese estado en Capricornio. Descubrimos así que cuando Lutero propulsó la revolución estaba el astro en la misma posición. Allí, el sistema no se basaba en lo económico y la moneda sino en lo religioso. Los poderosos no eran los bancos sino la Iglesia. También entonces se culpó a manifestaciones externas del mal generalizado. Y también entonces el objetivo fue que pagaran ellos. LA revolución derrumbó el sistema: las iglesias protestantes surgieron con la fuerza de un neo-nato y se expandieron por el mundo. Continuaron luchas entre algunos que insistían no soltar y resistir y, otros, que se entregaban al cambio. Plutón en Capricornio nuevamente nos propone una muerte para abrir paso a una nueva forma de vida.
Para saber cómo afrontar esta destrucción, debemos mirar al regente del signo en que ahora se encuentra el destructor Plutón: Saturno. Y al mirar vemos que Saturno sale de Virgo para entrar en Libra. Saturno siempre lleva a la esencia de dónde se encuentra. Saturno es lo fundamental, lo esencial. Así, en Virgo nos hizo limpiar (costumbres, hábitos, ritos cotidianos, organizaciones y estructuras en las que nos hallábamos a salvo). Ahora, Saturno entra en Libra y nos pide que construyamos teniendo en cuenta al otro.
Libra es un sabio signo. Sabe ceder cuando es necesario y exigir cuando hace falta. Es equilibrado (no en vano tiene forma de balanza) y pide siempre clemencia, comprensión y apertura. Su regente es Venus, que exige abrirnos al encuentro.
Esta es una hora de encuentros, de recibir al otro y buscar construir algo en conjunto. Es un momento en que tenemos que examinar nuestros vínculos, qué valoramos de ellos y qué no. Y los vínculos pasarán por un juicio y muchos caerán. Si el otro no puede valorar mis necesidades y, sobre todo, si yo mismo no puedo ceder y dar libertades, el vínculo no sobrevivirá. Es un momento crítico, Saturno viene a podar. Y el podador no temblará al realizar los cortes que sean necesarios. Por supuesto, muchos vínculos sobrevivirán. Y no sólo eso, sino que saldrán aireosos, fuertes, concisos, maduros y concretos, adquirirán una forma mucho más estructurada y estable. Saturno corta para habilitar otro crecimiento, tanto más decidido y elegido, tanto más consciente y maduro. Así que no hay que temer sino pactar, elegir y, sobre todo, construir. Esta es la hora de construir con la ayuda del otro, de armar algo de a dos. Es la hora de la apertura, de construir desde Venus que es todo lo creativo y sensual, todo lo seductor, todo ese abrirse al encuentro, a la aceptación profunda. Entonces, los vínculos serán torres, altas y fuertes, visibles desde la distancia, y desde ese contacto, podremos iniciar la reconstrucción del mundo. Nada podrá dañarnos porque no estaremos en contra de los otros, sino en contacto con ellos.
No hay que temer, entonces. Hay que amar, como siempre. Pero ahora, más que nunca.
+ a.l.e.j.o l.ó.p.e.z. +
Ilustraciones: Volcano de davidr805 y Justices de *puimun (en Deviantart)
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