El Tarot o “Taro” (acentuada en la última sílaba) como en realidad se denomina por ser una palabra francesa, es un antiquísimo oráculo en imágenes. Un legado de sabiduría arquetípica que data de los despertares de la humanidad.
22 Arcanos Mayores (21 numerados más Le Mat) y 56 Arcanos Menores conforman su estructura de 78 cartas. Como lenguaje sagrado cada arcano mayor representa un estadío o momento en el viaje de un héroe hacia la iniciación. Podríamos imaginar que Le Mat, conocido como “El Loco” encarna para aventurarse en el sendero iniciático.
La meta de esta travesía es el encuentro con lo celestial. El alma de este peregrino va evolucionando sobre los surcos de la dualidad. Luego de trascender el mundo como una personalidad debatida entre los rieles de la polaridad, alcanza la unión con el plano cósmico, el contacto y la vivencia de ser uno con la totalidad, la unidad, el samadhi.
Una consulta al Tarot siempre brinda una apreciación de sentido acerca de la realidad de interés del consultante. La secuencia de la tirada ofrece también una orientación y soluciones a los arquetipos o representaciones difíciles de elaborar.
El Tarot es un lenguaje óptico que requiere ser decodificado en la articulación del tarotista, el consultante, y las cartas dibujando tramos del recorrido. El vínculo de esta tríada y su lectura amplificada a la situación de destino actual del consultante, ofrecen una clave de comprensión y mirada trascendente. Cuando esta comunicación se realiza comienza a suceder un vínculo activo sagrado manifestándose en la voz del espíritu alumbrando al ser en el recorrido de su sendero en la dirección ascendente.
Los seres humanos pasamos por pruebas y desafíos para integrar nuestro ego y el designio cósmico del cual somos portadores. La sabiduría de los arcanos nos facilitan secretos y claves para descifrar el sentido esclarecedor, el tiempo y el espacio como escenario de los sucesos, y los arquetipos actuando en ellos.
El TAROT es considerado como el “toque del alma” para que la misma se una al vehiculo humano y luego lo porte como canal hacia lo celestial. El estado iniciático es posible en todos, los lenguajes como El Tarot, la Astrología, La Alquimia entre otros son medios de conocimiento, como así también son el orden de esta codificación que se refiere a la totalidad como principio único, sagrado y creador.
Melina Enrico *